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Observatorio Nº 3.

Un intercambio de mensajes sin demasiada intención de texto, pero con vocación de encontrarla.

Sábado, 15-9-01.
Hola.
Nuestro diálogo se plantea como abierto desde este momento, sin límites en el intercambio, y surge como disculpa para repasar algunas de las cuestiones con las que venimos trabajando.
Puestos a revisar los temas que se han mantenido como "centrales" en el debate de las artes visuales de los últimos tiempos, quizá diéramos con una exigua lista de asuntos que además vienen siempre relacionados nos con otros, conformando de este modo lo que se puede entender como "actualidad", "vanguardia", "arte último"...

Son normalmente lugares comunes que ayudan a la catalogación y establecen géneros, pero no se muy bien si la exigencia viene dada por una forma de mediación que se apoya en discursos como si se tratasen de oartadas o en la propia práctica artística que busca ese soporte conceptual en lo que se entiende como "debate actual", (creado a su vez por este tipo de mediación).
Me refiero a estos lugares comunes como grandes ideas - recurso, tales como la noción de autoría, la revisión de la cuestión de la identidad, lo interdisciplinar, (en su vertiente más antropológica y sociológica, como mestizaje cultural) o las interdisciplinas en su reflejo más técnico a través del multisoporte y altermedia, etc...
Sin querer menospreciar los estudios y propuestas que en este sentido se llevan a cabo, me consta que hay trabajos que realmente aportan nuevas visiones al panorama contemporáneo del arte, me gustaría comentar en base a experiencias cercanas, algunas "pequeñas revelaciones" que se apoyan quizá en primeras percepciones, datos "en bruto", sin pasar por la "central de verificación ideológica", y que creo que pueden aportar alguna idea por tosca que sea. Quizá en esta nueva era en la que tengo la sensación de verme embarcado (me refiero a los sucesos del 11 de septiembre), de poco valgan estos pensamientos "leves", pero hay algo que me dice que las actividades creativas son las únicas que hacen frente a las destructivas...

Recientemente en una exposición de Gasteiz, más concretamente en la IX edición de Anual Amárica he podido ver algunas obras, algunas propuestas, que recogen ideas (en muy diferentes sentidos) de las que en alguna ocasión hemos hablado. La pieza que Hafo; José Mª Martínez Burgos (Gasteiz, 1974), presenta en esta muestra, me ha dado una serie de ideas que me gustaría comentarte. En principio la pieza de Hafo, es una instalación "multi", porque son muchas las cuestiones puestas en relación. Fundamentalmente para mí, la idea de multi, reposa más en la cantidad de cosas que dice que en los diversos soportes que utiliza. Desde los soportes utilizados hasta la solución formal,(la disposición de todos los elementos), todo aparece "cerrado" con una asombrosa concreción. Hay de alguna manera un guión que se cierra, hay una buena elección de actores y sobre todo hay una historia que contar.
El transito de Hafo, desde la pintura hacia otras dispositivos expresivos como el vídeo, la imagen en tres dimensiones o la creación de pequeños robots, se manifiesta aquí con naturalidad y eficacia, y habla además de lo que supone este mismo tránsito, sintonizando todas estas soluciones formales con el espacio que utiliza. En realidad existen muchas maneras de contar (describir, narrar, explicar) la pieza por lo que lo mejor en estos casos es hablar de "lectura a varios niveles", pero para mí lo mejor del caso es que no se puede llegar a contar del todo… Hay varios niveles de lectura como digo, pero también un hábil juego de representación, fina ironía…, son sólo datos de un guión que no puede desvelarse, porque tiene la chispa final que lo convierte en una buena obra. No puedo contar en qué consiste la obra. Lo siento por aquel que lea este texto, si es que es definitivamente esto se convierte en texto y lo lee alguien, pero quizá este extremo estimule la investigación sobre "cómo era eso?".

Lo que me gustaría destacar es que en esta pieza y de modo natural aparecen muchas cuestiones dignas de análisis, cuestiones como la de la eficacia a la hora de mezclar diferentes cosas, y algo que quizá te parezca tonto, pero que me gusta como idea para el debate:
He visto recientemente la película "Los otros" de Alejandro Amenabar. Película discutible, director discutible y discutible todo el sistema del que forma parte, el de un cine básicamente comercial y sometido a rígidos controles de mercadotecnia. Pero hay en esta peli una solución sorpresiva final, que no se puede contar porque desmantelaría toda la tensión en la que se apoya la película. Tiene esa "chispa", esa vuelta de tuerca, vuelta de espejo final que de alguna manera y salvando todas las distancias y todos los tiempos necesarios, tiene también la pieza de Hafo.
El (relativo) éxito, (por supuesto para mí) de esta pieza es que hay una manera de cerrar la obra que sólo puede encontrarse en aquel que entiende, comprende en un momento dado la pieza, del mismo modo que cuando la sorpresa se apodera de la pantalla (en la peli de Amenabar o en otra) y se entiende lo que nos querían contar. Como cuando se cierra un buen guión con el efecto deseado, cuando las piezas encajan de manera inteligente y no hay opción a sentirnos engañados (sino que el engaño al que nos han sometido durante parte de ese film se agradece dignamente como espectador-co-autor).

Ese "delay" que siempre ha existido entre lo narrativo (del cine) y el triunfo de lo subjetivo en las propuestas de carácter más experimental, tiende a compensarse en estas piezas que utilizan con habilidad ambos códigos.
No se si me precipito escribiendo casi sin pensar, pero prefiero que sea así.
No sé qué pensarás de toda esta paja.

Salud.
Fito.

Lunes, 17-9-01.
No he visto todavía la peli de Amenábar y podría decir que todavía no he visto la exposición de Amárica, porque aunque estuve allí el día de la inauguración no sólo por la gente sino también por la atención que puede prestar uno en este tipo de ocasiones sólo eché un vistazo por encima a las cosas que allí había. Lo que sí es cierto es que la pieza de Hafo me llamó la atención. También otras. Así que volveré a dar un segundo vistazo, seguro.

Cada vez me resulta más difícil el hecho de ver el trabajo (creativo) de alguien separado de las condiciones en que este tiene lugar, ya sean condiciones de trabajo, exhibición, producción, etc. Y no lo digo por la situación de ver algo rodeado de gente, camareros/as con canapés y gentes haciendo vida social. Por ejemplo, siguiendo con la muestra de Amárica, al ver lo que Txelu Balboa había colocado allí, se me pasaron por la cabeza bastantes cuestiones que como decías, de alguna manera hemos tratado en alguna de nuestras historias.
Me llama la atención, para empezar, que un artista joven (que no es viejo, no como valor en sí mismo) con cierta trayectoria que considero interesante vuelque toda su energía y, por qué no decirlo, sus oportunidades -exponer en Amárica lo es- en favor de un proyecto colectivo. Del protagonismo de la "colectiva del año" en Álava, al anonimato dentro de un proyecto colectivo. Pero es que además este proyecto es (retomo tus palabras en el sentido que apuntabas) interdisciplinar: una revista de contenidos "mestizos" con formato de empresa. Creo que al margen del éxito de la iniciativa, personal, económico y cultural éstas maneras de proceder aportan mucho al candente debate sobre el autor y la autoría en el paisaje cultural de una época en la que la producción estética se ha integrado en la producción de mercancías, que dice Jameson. Como decía, no puedo evitar desligar esta serie de circunstancias anexas a un trabajo de arte.

Hablando de cine, del cine que echan en los cines, esas circunstancias son muy importantes y no me dejan ver, disfrutar y valorar una película sin interferencias, dejando a un lado este tipo de cuestiones, fijándome solamente en lo cinematográfico, como si esas circunstancias no perteneciesen ya a lo cinematográfico. Hablando de cine, la última película que he visto ha sido "El Planeta de los simios". Curiosamente cinco días antes del 11 de septiembre, un hecho significativo en el caso de este film porque las posibles lecturas "antes" y "después de" creo que son muy diferentes. Más aún si, como en mi caso, la primera versión de 1968 había captado especialmente mi interés cuando la vi siendo un niño. Si antes del 11 de sept. lo simios de Burton no me gustaron demasiado porque había cambiado lo que yo creía eran aciertos en la primera versión, "después de" esos aciertos me parecen ahora más interesantes aún.
Mikel Insausti, crítico de cine, decía que quizá los fans del cine de ciencia ficción de los 50 no sabrían ver ciertos toques de humor en esta última entrega. Lo que en mi caso ocurre, es que aunque los haya visto, así lo creo, no me han hecho mucha gracia. Supongo también que porque el contexto político en el que se hizo la película original de Schaffner se ha puesto de paranoica actualidad, tres décadas después.

Resumiendo, que el trabajo de Txelu Balboa en la IX Amárica (por cierto la última, otra vez las circunstancias) y el de Tim Burton me habrían parecido bien diferentes en otras circunstancias: metartísticas, autoría, modelos de cultura, etc en el caso de Txelu; históricas, sociales, políticas, económicas pero también metacinematográficas en el caso del director de cine.
Por cierto, se acaba de inaugurar en Vitoria una exposición titulada la "Revolución de la escultura en el siglo XX" ¿no te parece gracioso justo en Vitoria? Los 45 mts. de Navarro, el museo de escultura al aire libre, etc. es precisamente lo más opuesto a una revolución en la escultura.

Corto y cambio.
Natxo.

Martes, 18-9-01.
Hola de nuevo.
Cuando hablas de la propuesta de Txelu, es curioso, a mí también me parece ver algo de "sacrificio". Es interesante lo que comentas porque desde luego la cuestión "trabajo colectivo" - "autor", es otro lugar común de gran actividad y en el que siempre nos hemos visto envueltos. No se si existe ese actor común a los colectivos de creación artística de renuncia, de compromiso...o si realmente la estrategia aquí, en el caso de Txelu, es otra, dejando en segundo plano la situación creada con respecto a la firma, etc...(sin dejar por ello de pensar que la opción de Amasté conlleve una toma de posición, cierta militancia ...).
Y como dices, también las circunstancias "hacen" la obra. (en el cine, en la propuesta de arte...) Txelu Balboa ha vinculado últimamente su labor creativa a través de Amasté, y Amasté que fue una galería se presenta ahora como un colectivo. Esto también me ha llamado la atención, pero leyendo la nota de prensa he visto que Amasté se define como "una agencia de producción y difusión de proyectos relacionados con la sociedad actual y la cultura contemporánea", lo cual me parece bastante preciso, incluso atractiva la idea de "agencia".
Sea como fuere el "stand" que Balboa (Amasté) ha instalado en la sala, propone una relación "proveedor - usuario" que viene a cuestionar el propio sistema de relaciones en que se basa la institución Arte, y ahí es donde creo que radica su eficacia (le aísla tanto del rollo del arte, que no puede ser juzgado como pieza, rechaza desde la misma propuesta el contexto, y esto es muy hábil). "Stand" y "merchandising" ocupan el lugar de la obra de arte con aparente naturalidad pero proporcionando una tensión que se constituye como uno de los temas centrales del debate artístico actual. Un tema que ellos conocen bien, a través de cierto adoctrinamiento en algunos modelos que han circulado por nuestro ámbito de referencia, y más tarde de cierta fe en las posibilidades que ofrece la "nueva economía" para el producto - arte. Me parece una "pieza" atrevida, tan distinta de la de Hafo que incluso resulta estimulante la una para la otra.
Formalmente, la estructura modular a modo de mueble multiuso (trabajo y ocio todo en uno), organiza todo el material: ordenador, camisetas, revistas, postales, posters…y creo que funciona, que lo agrupa todo muy limpiamente y tiene como muchos "brazos" para acoger a la gente...como una "sucursal" enrollada.
Y una cosa clara, la publicación "Eseté" con el tema "vete de casa" es mucho mejor que la primera. Esto es muy importante, se mejora el producto y no es una frivolidad de un sólo número - experimento. Es un punto clave que no podemos olvidar porque en el fondo, hay un trabajo duro y mucha energía depositada, algo que a veces juzgamos muy alegremente, si saber lo que hay detrás.
Es cierto también que "El planeta de los simios" (perdón al colectivo Amasté al cambiar de tema de esta manera...), recoge ahora otra lectura, son de nuevo las circunstancias...
Pienso que lo que ocurre ahora con esta película es que ahora mismo ese "cientifismo negativo", del que parte la trama del libro de Pierre Boulle, cobra ahora un verismo, una posibilidad de llegar a ser (además de doliente actualidad), que si antes buscaba hacernos pensar sobre el mundo y sobre su futuro, ahora el mensaje parece más urgente, y esa cuestión no es del todo agradable. Lo mismo suele pasar en el arte, no es cómodo pensar sobre por qué alguien nos quiere plantar su obra delante de nuestras narices, y no es cómodo esforzarse en pensar qué le lleva a hacerlo y a hacerlo de esa manera. Lo importante quizá sea: ¡ Alguien nos quiere decir algo!
Entramos ahora casi en una discusión de sobremesa familiar. El sentido del arte, el porqué, lo simbólico, el significado....delicado terreno cuando las reducciones, las generalidades y las desconfianzas se apoderan del dialogo…

Hemos hablado en más de una ocasión de que en el mundo del rock, que es un terreno invadido por los simios hace ya mucho tiempo, se "acepta", se "entiende" una guitarra distorsionada, una voz disonante, un acople..., y sin embargo todavía hoy tenemos que "defender" una obra abstracta, como si tuviéramos algo que ver con eso.
(Más de una vez me he sorprendido a mí mismo justificando el cubismo!!!. )Es una cuestión que me viene ahora a la cabeza porque en la expo de Amárica había obras con "estribillo pegadizo" y otras piezas que gustaban después de "oírlas" varias veces. No se si es del todo justa la comparación porque estoy seguro que hay estribillos pegadizos que son una auténtica obra de arte, no es fácil llegar con esa facilidad a la mente de las personas..., pero es cierto también que a veces parece que la carrera está centrada en formular estribillos en vez de buenos temas y de composiciones que puedan oírse una y mil veces, que sean intemporales, "atemporales".
Pero llegados a este punto también cabe pensar que quedan para la posteridad como atemporales composiciones que son verdedaderos estribillos y es cuando hay que volver la cabeza sobre cómo, quién y de qué manera se legitiman estribillos malos, y composiciones que no lo merecen. Acabamos de volver la cabeza sobre el significado de la historia, sobre los mecanismos que la construyen, y este es otro terreno tan vasto que lo aparco por un momento.
De nuevo los grandes temas aplastan el sentido vivo y "pequeño" de las cosas de las que quería hablar en este dialogo....parece como si todo nos llevase irremisiblemente a los grandes temas... como ríos y afluentes (y perdón por la licencia literaria).

Acabo con esto. Sí he visto la noticia de la expo "Revolución de la escultura en el siglo XX", me parece que hay mucho que decir de ello. No creo que haga mucha falta verla para opinar, el tema es de actualidad en Gasteiz, pero para ser consecuente con lo que luego te contaré, voy ahora mismo a verla.

Hasta luego.
Salud.
Fito.

Miércoles, 19-9-01.
¡ROCK y REVOLUCIÓN! Suena bien. ¡ROCK y ARTE!
Creo que pocos han hablado de ello de la manera que lo ha hecho Dan Graham en artículos como Punk as Propaganda y otros recopilados en el libro Rock my Religion. Relacionar The Ramones, Patti Smith, Sex Pistols o Devo con Lichtenstein o Warhol no deja de ser interesante. Hoy en día la presencia del Rock o el Punk en el arte sucede casi siempre en una especie de neofetichismo. Me interesan más otros aspectos del mundo de la música popular independiente, en su versión rock, techno o la que sea. La relación con el espectador, bien sea en formato concierto o a través de un disco (copia reproducible).
Si bien es cierto que las leyes de mercado llegan a cualquier recobeco y lo condicionan todo como antes mencionábamos al hablar de cine y mercadotecnia, en la música quedan algunos recintos para subvertir (por no decir revolución). El que esos reductos existan es culpa del abaratamiento de los equipos informáticos. Precisamente, uno de los principales chascos que me he llevado últimamente ha sido la querella de Metallica contra Napster.
Una presión judicial que ha llevado a Napster a mutar en una fórmula bien distinta de la que le vio nacer y convertirse en un standard de intercambio de música en la red. Metallica un grupo en su día etiquetable como alternativo e inadaptado, ahora alineado del lado de las superempresas transnacionales del ocio. Todo por preservar los derechos de AUTOR. Derechos que a nadie importan si no reportan millonarios beneficios. ¿Dónde están los derechos del espectador, del consumidor de música, del fan? Como dice Richard Stallman, reconocido autor de software, en un interesante artículo sobre los derechos de autor en el caso del software, el argumento basado en que la distribución libre -¿piratería?- impide la producción de más software (o música) no es del todo correcto por que lo que único que se pone en cuestión es cuánto hay que pagar. Ya lo decía hace poco Rosendo "...durante mucho tiempo, la gente con menos recursos se pasaba las casetes de Leño. Ahora que ocurre con los más poderosos es cuando se echan las manos a la cabeza".

Además, aunque Napster no sea lo que fue, cientos de programas similares han recogido su relevo. Mejorando el original en complicados y farragosos aspectos legales. Es cierto que Napster me ha ahorrado algunas pesetillas, pero también he conocido autores y obras musicales a los que nunca habría llegado si Napster no hubiese existido. Me pregunto si la versión doméstica, a pie de calle, de los programas de intercambio de información digital puedan ser todos estos vendedores ambulantes de cds piratas que hemos visto en todas las fiestas de pueblos y ciudades durante este verano. No sé. Aquí, además de información, hay intercambio de unas 800 ptas. por cd y el dinero lo enturbia todo.

¡REVOLUCIÓN y ARTE!
Ejem.
¿Existen esos pequeños lugares para la subversión en el mundo del arte? ¿Control del autor de los precios de su obra, de los mecanismos de distribución buscando un acceso rápido a un público lo más amplio posible? ¿Se da el más mínimo contacto directo entre autor y espectador? ¿Hay lugar para la autogestión? ¿Hay una voluntad del artista por subvertir las estructuras dadas e intocables del arte? puntos supensivos...
¿Qué tal esa exposición revolucionaria que querías ver? ¿Retóricas las preguntas? Puedes saltar directamente a la última.

Hasta luego.
Natxo.

Jueves, 20-9-01.
Hola de nuevo.
Son muchas las cosas que planteas. Por la fuerza con la introduces el tema del Rock, entiendo que es para ti referencia importante, y me parece lógico dado la importancia que en nuestras vidas han tenido el desarrollo relativamente reciente de la aparición mediática de grandes estrellas, grupos - estrella, la idea de éxito comercial de "super-ventas", los fenómenos de comportamientos grupales, ("tribus urbanas"), etc... (el otro día comentaba con un amigo lo habitual que es ver en otros paises, especialmente U.S.A., personas mayores con look rockabilly o heavies de militancia radical). Son temas que aquí se han observado siempre de otra manera, con distancia, pero con cierta fascinación.
La relaciones que plantea Dan Graham en sus textos "de culto" sobre estas cuestiones son de una clarividencia extraordinaria, pero quizá no sea más que un dato del escaso tratamiento que desde la sociología se ha hecho del fenómeno artístico, como parece desprenderse del libro (que tú y yo curiosamente hemos coincidido en leer durante este verano), "La producción social del arte" de Janet Wolff. En realidad todo está tan relacionado en la sociedad que nos toca vivir, que las intersecciones entre diferentes ciencias y entre diferentes "puestos de observación", siempre nos sorprenden como un magnífico terreno de especulación creativa.
Recientemente he escrito un breve texto con el título de "Ociotécnia y Divernética", simplemente llevado por la cantidad de sugerencias que estos términos me proporcionaban en su relación con la creatividad y el arte. Efectivamente las nuevas tecnologías para el ocio, pasan por un acoplamiento inmediato y exhaustivo con la industria cultural, (turismo artístico, etc.) y el ciber-divertimento es una plataforma extraordinaria de exploración creativa, de propuestas desde el arte (lo fueron los videoclips, pero también el magnetófono,....y la electricidad...). Son todas estas cosas:
Rock, música, cibernética , ocio, cuestiones condenadas a entenderse a muy diversos niveles y tengo la sensación de que es algo progresivo que deriva hacía nuevos lugares para la creación, en los que tarde o temprano deberá reparar con seriedad la crítica (si es que existe), pero también todas las demás formas de mediación. Hemos visto como la red ha asimilado o va asimilando estas nuevas relaciones, quizá porque la propia red cumple un papel mediador "a priori", pero vemos por otro lado, como sigue existiendo un recelo tremendo desde ciertas posiciones por salvaguardar un "espacio de poder", básicamente asentado en el comercio de objetos de arte, en la pieza única, en la firma, etc... La nueva economía llega de otra forma (trasmutada en galería virtual) a estos lugares de "antigua economía"...

Preguntas por los posibles lugares de subversión para el arte y no puedo pasar por alto otra publicación a riesgo de convertir este diálogo en un lista de "favoritos" o "referencias bibliográficas de interés". Me refiero a "Modos de hacer" (arte crítico, esfera pública y acción directa), Un proyecto editorial de Paloma Blanco, Jesús Carrillo, Jordi Claramonte y Marcelo Expósito, editado por la Universidad de Salamanca.
La publicación es tremendamente ilustrativa y articula de manera muy eficaz lo que supone todo el espectro de prácticas artísticas y políticas, desde el arte público y el arte crítico a la intervención y la acción directa. La última parte es muy explícita a la hora de plantear las diferencias entre "estrategia" y "táctica" (en esas grietas donde es posible la divergencia), y analiza las vías para esa subversión de las estructuras, de las que hablabas. El libro es un compendio de textos, una estupenda selección sobre los temas que siempre intuimos como necesarios en las actitudes creativas de hoy...
Espero que todo esto que escribo (escribimos) no tenga un tono, un tufillo didáctico, pero lo cierto es que esta experiencia que ahora llevamos a cabo, tiene la capacidad de suscitar la reflexión, y esta actitud es fundamento de toda propuesta creativa. Hay alguien ahí todavía?!

En cuanto a la exposición que vi ayer y sobre la que me preguntas, también muchas cosas que decir. Lo más destacable es que ante un título tan "sonoro" ("La revolución de la escultura en el siglo XX"), uno debe ir con mucha precaución y no se si esto marcó mi paseo por la muestra. De todos modos, intento breve y objetivamente contarte lo que allí había:
La exposición es básicamente de obra pequeña, sobre todo bronces (?) y hace hincapié en la cronología y la información (a través de fichas de los artistas, todos ellos importantes). Muchas Peanas, y bastantes vitrinas. Creo que te haces una idea. (No quisiera pasarme pero me parecería razonable incluso dudar de la autenticidad de algunas piezas). En fin, es lo que hay.
Lo más destacable es que en la sala había mucho público y que la expo va a recibir mucha gente. Será sin duda un éxito, y eso está bien, por qué no…, al fin y al cabo la gente acude a las salas. Quizá el efecto de las grandes firmas pueda atraer a mucha gente, pero por otro lado me pena pensar que alguien pueda entender "eso" como resumen de la escultura del siglo ya pasado, cuando no pasa de ser una revisión de la estatuaria (de "bulto redondo") del siglo XX. (Ojo!, hay piezas interesantes y autores destacables, pero hablo del conjunto de la muestra y de su intención).
"La revolución broncínea" debería titularse o "La edad del bronce en la escultura del S.XX"...
Total, de revolución, nada. No se si hay margen para la idea de revolución hoy en día....
Pero con respecto a esta expo me queda la mosca detrás de la oreja porque tanta escultura me hace ver conexiones con el tan cacareado Museo de escultura al aire libre, que tanto te excita....no?

Te toca.
Fito.

Sábado, 22-9-01.
Es cierto. La música ha sido siempre una referencia importante para mí. Y no es sólo cuestión de gusto, pero veo en la música y todo lo que le rodea cosas que echo de menos (mucho) en el arte. Daría para unas cuantas páginas intentar meter mano a las relaciones entre rock y el arte. Quizá, lo que más me atrae es el contacto directo con su tiempo por un lado, pero también con el público. Hay algo que no consigo entender y que se me escapa. Como tú decías tanto bronce en una misma sala va a ser un éxito. Sin embargo, nunca alcanzará en visitantes a un concierto de Paulina Rubio, por ejemplo, o de Manu Chao, si prefieres.
La exposición de arte más popular que se nos ocurra no llegará a los niveles de los grandes vendedores de la música actual. Bueno sí, el Guggenheim lo intentó y lo consiguió con las motos, pero haciendo concesiones que habría que considerar y ver si merecen la pena. Por otro lado, en un mundo tan marcado por las listas de ventas, campañas publicitarias, etc. como es el de la música quedan huecos para que convivan sellos pequeños que trabajan de manera independiente aprovechando grietas y pequeños espacios. Y nos podemos sorprender de vez en cuando con fenómenos como Nirvana (hace ahora 10 años de Smell Like Teen Spirit) salidos de una hasta entonces modesta discográfica como era Subpop. Sin embargo, ¿qué pasa con las estructuras del arte? Ni consiguen llegar al gran público ni dejan hueco a las propuestas menos tradicionales, más audaces y comprometidas.

De alguna manera ya lo dices en "Ociotecnia y Divernética"... porque quizá el peso que ha sufrido el arte desde hace ya demasiado tiempo espensar que "arte" era una cosa y "todo lo demás" era otra...
Desde luego, sí que existen lugares para la expansión del arte, otros terrenos en los que busca relacionarse con otras experiencias. Pero cuando el arte pretende entrar en contacto con "todo lo demás" lo tiene que hacer en terrenos que le son ajenos. Se acerca a espacios más flexibles, más transigentes, más transversales, de algunos de los cuales ya hemos hablado aquí. Pero ¿por qué no puede ocurrir en los espacios dedicados específicamente para el arte? Cuando una avalancha de nuevos espacios para el arte nos está arrollando, paradójicamente se recurre siempre a la misma fórmula para llevarlos a cabo. La misma receta, una y otra vez, con los mismo ingredientes en aparentemente distinto continente.

Con intención malévola, sacas a relucir el nuevo museo de esculturas. ¿Qué voy a decir?, que de nuevo nada. Como decía, los mismos ingredientes de siempre. Recupero de un artículo anterior publicado en euskera que ahora traduzco:
"...con el mero hecho de sacar físicamente el arte a la calle, ni se actualiza el concepto de museo, no se mejora ni se cambia la relación con el espectador, no se socializa la labor del artista, etc. Por el contrario, se favorece el quehacer artístico objetual menospreciando otras iniciativas artísticas. Se siguen potenciando ideas como
monumento, escultura homenaje o patrimonio, ideas ancladas en el siglo XIX. Además el autor sigue protagonizando de manera tirana el dispositivo comunicacional..."

Así que de revolución en la escultura, más bien poca. ¡Qué decepción!, en un país de escultores que diría alguno, todavía estamos esperando la revolución pendiente. Nos podemos consolar con las ganas de unos pocos, que sin la repercusión de Green Day, todavía lo intentan. Eso sí, las discográficas del arte ni se enteran. Lo próximo que dará que hablar: Los 40 principales del Arte Vasco (en diferido claro) en el nuevo museo de Bellas Artes de Bilbao.

Natxo.

 

Biblio(media)grafía:
- Graham, Dan. Rock My Religion. Ed. MIT. Massachussetts. 1993.
- Napster www.napster.com.
- "El planeta de los simios". Franklin J. Schaffner. 1968.
- Nirvana. Nevermind. Ed. Subpop, 1981.
- Rodríguez Arkaute, Natxo Eskulturen ibilbidea Araban. Arte konprometitua edo kale-apaindura. Suplemento Mugalari del diario Gara, 23 de julio de 2000.
- "La producción social del arte", Janet Wolff; Ediciones ISTMO S.A., 1997.
- "Modos de hacer" (arte crítico, esfera pública y acción directa). Un proyecto editorial de Paloma Blanco, Jesús Carrillo, Jordi Claramonte y Marcelo Expósito, editado por la Universidad de Salamanca.
- "IX Anual Amárica", Sala Amárica (13 Sept-21 Oct.2001), catálogo en preparación.
- "Ociotecnia y Divernética". Arturo, F. Rodríguez, suplemento Mugalari. Gara, 22 sept. de 2001.

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