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Miradas - Explosión.

No ocultaré de este modo y de una vez por todas que para mí la obra de Txel-lu B., nunca fue escultura.
No creo que lo sea. Se que puede parecer que planteo el tema como debate o como objeto de trama o forzado argumento, pero no sugiero más que el verdadero punto de partida para un intento de reflexión y de exploración de la propuesta que intento descubrir.

Confieso que fue al intentar organizar estas palabras cuando pude observar que la primera evidencia referencial se iba a pedir desde planteamientos relativos a fisicidad, soportes y otras cuestiones que tendrían que ver con representación formal.
Fue en ese momento cuando me dije que no podíamos seguir creyendo todo lo que nos dicen, aunque siempre digamos eso y nunca nos creamos a nosotros mismos.

Evidentemente cada uno se agarra a lo que quiere o entiende que le sirve.
Personalmente pienso, al margen de otro tipo de argumentos, que lo que hace TB es pensar, estar, y mientras, trazar algunas vías para la divergencia, buscar lugares de extrañamiento, propiciar la disidencia y ponernos en un aprieto ante imágenes, ideas y objetos.
No puede pasarse por alto el terreno de juego en que se dan las circunstancias, como tampoco conviene obviar los caminos por los que ha llegado al lugar mental desde el que nos propone su trabajo, pero creo que la única manera de acercarse al sentido de sus "argumentos para la disidencia", es pararse a pensar en la necesidad de lo que nos muestra.

La cuestión no está en defender los argumentos formales porque quizá la forma esté ya algo rota de tanto ser leída y releída. Tampoco voy a leer entrelíneas el discurso de las evocaciones, sólo voy a decir que en algunas de estas propuestas hay piezas que están sujetas al volumen porque están a punto de estallar, que otros elementos de carácter más gráfico van a ser vistos por gente a punto de estallar y que la reunión de algunos objetos, propiciada por Txel-lu B. va a acabar en tensión evidentemente premeditada y con riesgo de explosión.

Ante una situación de estas características, no cabe más que reflexionar sobre aquellos puntos clave que nos permitan el acercamiento a un sistema (aunque sea muy básico) de comunicación. Un sistema que nos permita controlar la explosión, ya que parece inevitable a la vista de las complejidades que domina el autor, pero también que nos sitúe en la trayectoria del gusto por la percepción y la conceptuación de la onda expansiva que inevitablemente ha de llegarnos.
Sólo en el disfrute de estas cuestiones estaremos haciendo nuestros los placeres que se comunican, las aportaciones que el sentido de la obra nos transmite, el brillo de "verdad" que ofrecen las piezas y los juegos-juguetes que se nos presentan con ellas.

Así pues, una cuestión de actitud, alguno dirá (desconfiando), de "preparación mental", "preparación de la mirada", pero yo digo:
¿Por qué desconfía usted de la preparación mental?

Y a continuación le diría:
¿Con qué preparación mental está usted leyendo ésto?

Como si estuviéramos libres de prejuicios, de predisposiciones a la lectura y a la observación de las cosas!! (y la observación del arte??!!).
Como si fuésemos libres....!
Sí, está claro, una cuestión de actitud ante la obra que se nos presenta, porque si al menos estamos libres de un poco de orgullo podremos decir que ciertos riesgos, ciertas maneras en las que se afronta el hecho de seguir hacia adelante, seguir haciendo cosas (cuando ya no nos dejan ver camino, ni nos facilitan luz), merecen como poco una mirada y una actitud que demuestre que las miradas sirven y hacen seguir mirando...

Y es básicamente ésto, una mirada bien fundamentada, al margen del valor de las conclusiones, lo que está pidiendo que esos objetos salten del suelo a la pared y que luego se reúnan en imposible consenso.
El valor de esa mirada, la calidad (y calidez?) de ese chequeo es lo que hace posible que las piezas salten, se reúnan y...exploten!!
Leve sacudida que en principio no se percibe, pero que se manifiesta en la sensación de que sabemos algo nuevo, aunque no lo podamos asegurar.
Movimientos de la mirada y de la atención que solicitan las formas. Atenciones y miradas que están proponiendo asociaciones y desenlaces. Miradas y desenalaces que están conformando la obra, poniendo fin al proceso, (pero proporcionado cada mirada un final diferente).

Hay quienes niegan las sensaciones recibidas, no pueden aceptar una explosión que no esté catalogada, homologada, servida en un "pack" reconocible. Los agentes homologadores de última generación juegan aquí un papel definitivo.
Pero es precisamente éste, otro de los valores del planteamiento explosivo de TB., la disidencia y semiclandestinidad de algunos de sus principales elementos-lanzadera (me refiero a los datos privados, los chistes personales y el secreto profesional).

Aquellas personas libres de coraza, atentas a la mirada y conscientes de la explosión que ha de darse, con la actitud mínima adecuada y la libertad necesaria para el disfrute, pueden recibir importantes niveles de veracidad.
Sensaciones cercanas a un placer sereno, a veces denso, deseado con mirada aviesa...
Disfrutar con la mirada es un ejercicio de salud y se trabaja seriamente a través de la mirada sobre el trabajo de Txel-lu, un trabajo que ya ha explotado (ahora), y que transmite ese disfrute con la sensata eficacia de quien lo sirve de modo sincero.

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