(Publicado en el catálogo del Certámen de Video y arte digital del INJUVE 2000)

La necesidad de ubicación de algo o alguien en un género, tanto si hablamos de cuestiones relativas a la relación humana como a la clasificación de productos creativos, juega un particular modo de organización de datos que prefigura su asimilación, su incidencia y su presentación.
El prejuicio y la predisposición resultante de esta acción mediadora, a veces inevitable, a veces perversa, sitúa las posibilidades de desarrollo propio del producto/obra y su vida posterior en lo que se podría denominar como "catalogación", sujeta por tanto a la comparación y valoración con respecto a un "modelo".

El género, como conjunto de seres/obras con caracteres esenciales comunes, cumple (ha cumplido) una función clave para la organización de la investigación, pero ha desarrollado igualmente una cultura de nichos estancos que ahora vemos desmoronarse, no sólo como consecuencia de una fusión generalizada de medios y soportes, sino como reflejo de un panorama cultural explosionado, que merece tratamiento aparte, pero que sacude también nuestro cotidiano trabajo.

La autoría (la firma como valor de cambio), establecida como referente básico y apoyo fundamental del proceso industrial y que de alguna manera ha conformado nuestro imaginario colectivo, juega un papel definitivo en el asentamiento de lugares comunes, nombres, citas, y de nuevo, "clasificaciones" en la necesidad de hacer historia, precisamente una necesidad que participa en el asentamiento de las pretendidas grandes verdades del arte y la cultura.
No hay que olvidar que a los artistas se les reclama individualidad, en su acepción más profunda, como elemento clave para la fabricación y venta de estilo.

El ciclo "Genero: plural" propone a los colectivos participantes como punto de partida la confusión de géneros y el cuestionamiento de la autoría, propiciando así, con la conexión de estos dos polos, un elemento detonador para la responsabilidad creativa.
El ciclo busca como disculpa, pero también como desenlace, la disolución de referentes genéricos en todos los niveles de la lectura visual, desde el planteamiento hasta el resultado, desde el proceso de trabajo hasta la entrega de los contenidos.

En la raíz de la propuesta se encuentra el planteamiento general del "Certamen de video y arte digital 2000", que ha buscado en esta edición de modo especial (y a través de mecanismos que pueden consultarse en esta misma publicación) su propia definición, planteándose cuestiones relativas a formatos, soportes, y por tanto, géneros, autoría, etc...

Así pues el carácter de la propuesta resulta ser básicamente cuestionador, como no podía ser menos dada la circunstancia que vivimos, el contexto en el que trabajamos, el ámbito en el que nos movemos y las personas con que contamos para esta experiencia.

Los colectivos propuestos (1), no sólo han trabajado en grupo sino que han hecho de su propuesta la reivindicación de un modo de hacer que no se ciñe ni a las estrategias difusas que subyacen en el debate de los derechos de autor (2), ni han querido ser clasificados por sus aportaciones creativas en ninguno de los cajones que la crítica y los mediadores precisan para su trabajo (3).

El producto, que no tiene por tanto ningún límite en su primera descarga, sí ha pretendido un trato igualitario en la producción de cada una de las piezas que aportan los grupos participantes. La idea ha sido conseguir desde la concepción del proyecto, un ciclo de video producido desde planteamientos y diálogos previos, propuestos a los participantes y a la vez, susceptible de tener vida posterior como programa.
La compilación de los trabajos conformará de hecho, uno de los ciclos que se presentan en el ámbito del Certamen, y tras haber recogido ideas e impresiones, tanteará en qué ámbitos puede buscar ubicación, explorando así todo el desarrollo de este tipo de creación audiovisual que, como ha quedado explicitado en los foros que a tal efecto han reflexionado sobre el caso, precisa de nuevas vías de difusión.

Formas de entender la pluralidad.
Los resultados viajan ya unidos en forma de programa, las piezas que lo conforman son de una diversidad que otorga al ciclo un carácter de "panorama", y que por tanto ofrece la posibilidad de observar los diferentes modos en que se entiende dicho paisaje.

SitioWEB.com, de Galiza, utiliza la fórmula del spot publicitario para una autopromoción que va más allá del mero sentido autocrítico. Todos sabemos que el mundo del "punto com" está repleto de frases recurrentes y medidos slogans, y es en el ensamblaje de todo este caudal de imágenes y sonidos en donde una planificada confusión resuelve el mensaje irónico y trepidante que presenta este grupo.
Los momentos finales del video (el audio de un informativo que alude a la nueva riqueza que genera el universo web), con la dirección URL del grupo en pantalla, define bien el sentido lacónicamente crítico que se siente en muchos sitios de la red.
Existe todavía una conciencia que se resiste a los efectos homologadores que provienen del gran mecanismo "enredadera" y que se resisten a la "democratización" como emblema perfecto para crear el sentido homogéneo que recrée de nuevo lo homogéneo.

La cinta "El nadador", del colectivo "Fast Food" de Madrid, es una inmersión en el trabajo colectivo (todos ellos se mojan juntos, literalmente).
De igual modo que ellos se sumergen y sumergen sus imágenes (unas las de los otros y unos las de las otras) sumergen sus identidades, las de l@s autor@s como individuos "con nombre y apellidos".
Siempre corriendo por la pantalla a modo de display electrónico, sus identidades, sus nombres, van diluyéndose, perdiendo su significado hasta ser puntos sin sentido que desfilan sin identificación, porque dejan de serlo poco a poco...
Los nombres se desfiguran y la imagen con ellos: método para la identidad integrada.
Las gotas de agua y los píxeles conviven en un mismo contenedor fundiendo en continuidad, mientras todos y todas (todo neutro), se funden en su propio trabajo y en su concepción esencial de propuesta colectiva.

"Espacio Colectivo", del grupo "Jesús 13", de Barcelona, nos retorna a un tratamiento de imagen de elaboración precisa, fruto de un método de ejecución que les lleva a reinventar el proceso habitual de trabajo, poniendo en común materiales, elucubraciones visuales y apropiaciones personales.
Como reflexión, el lugar común, el lugar físico, el taller, pero también el lugar del "suceso social", en forma de consumo, lugar de compartir, de padecer o de exigir, recorridos mentales que a veces se organizan en la misma abstracta dimensión en que puede convertirse la convivencia. Una convivencia en la que no aparecen figuras, no hay personas, hay espacios que las evocan y más allá, el tránsito.
La idea de recorrido preside este proyecto, un camino que a veces se intuye imposible, que se abstrae de las formas y que viaja de igual modo en las fragmentaciones de la pantalla y con un tratamiento de audio en el mismo sentido, como una vertebración incidental de esa búsqueda del recorrido.
El taller del grupo es el destino del video, pero también la causa común. Los lugares comunes lo son de habitabilidad social pero también de hábitos comunes, de comunes experiencias que pueden todavía surgir del entramado de energías puestas en relación, como en el intercambio de instantes y de imágenes.

Por su parte el Colectivo Erreakzioa, de Bilbo, aporta al proyecto "Género: Plural" el trabajo "Producciones visuales de la sociedad de consumo".
"Mascaradas de género" es una de las primera frases que aparecen en pantalla y el modo en que aparece, como "a bocajarro", define bien la manera en que este grupo aborda el planteamiento de salida para este ciclo.
La elegancia del trabajo, es su principal baza y su fundamento primordial de "trampa" visual. Una puesta en escena tan elegante, tan "cool", tan cuidada en la imagen y en su discurrir por el "tempo" de pantalla, tan en consonancia con el tema musical que lo arropa, que ha dejado por un momento de hacernos pensar sobre algunas cuestiones que de manera libre y sin doctrina nos deja anunciado el texto sobreimpresionado.
Texto de intenso llamamiento a la "vuelta a la conciencia", mientras la adormidera de la imagen-reclamo de carácter publicitario nos secuestra la mirada.
Es este visionado una situación de tensa calma que se torna dulce abandono, como la que existe en la aceptación sincera del vicio y del libertinaje.
O algo así..., pero con la apariencia de una fotonovela que nunca pudo serlo por su contenido deliberadamente "glamouroso".
Apropiacionismo, estereotipos y estetización de la mirada en un trabajo surgido desde la reflexión crítica feminista como espacio de resistencia cultural.

El trabajo "Muévete" del Colectivo "El cable", de Sevilla, plantea un repaso visual con clara mordiente social, una toma de postura que no puede obviarse cuando tratamos con la mediación de la mirada. Desde el objetivo comprometido de una cámara consciente de su época, este grupo investiga otro tipo de posibilidades, las de la acción a pie de calle.
Problemas locales y globales, luchas menores y retrato de grandes injusticias, porque todavía hoy en día la denuncia en formato audiovisual puede tener sentido (quizá sea el momento en el que es lo único que tiene sentido, aunque por la indolencia a la que hemos llegado, tengamos que darle forma de propuesta creativa).
Pateras, explotación, contaminación y "chequeo general" de la casa común.
Reflexiones que nos llegan en estado puro y con la necesidad de ser transmitidas, de llegar a plantear en todos los ámbitos que hay cuestiones pendientes en todas partes y que nos afectan a tod@s.

Notas.
(1). Ha existido en la puesta en marcha de este proyecto una experiencia altamente enriquecedora para el que escribe. Se trata del trabajo previo de documentación y contacto con distintos colectivos de todo el Estado. Un trabajo que descubre la precariedad de un proceso tan complejo pero tan fundamental como es la puesta en común de los recursos, iniciativas y energías en pos de un trabajo compartido. Los grupos que aparecen en este ciclo son una muestra de lo mejor de este tipo de práctica y quedarían todavía varios programas por hacer para intentar dar con un retrato fiel de este panorama, que requiere además de mayor atención, mayor presencia e incidencia en la escena actual.

(2). "...El problema no residiría tanto en cómo se posicionan los creadores frente a la posibilidad de usar "textos" ajenos, pues como hemos ido viendo, hay toda una historia que avala y legitima razonadamente estas prácticas artísticas, sino más bien en cuestionar el cómo está articulada toda una legislación de los "derechos de autor" que, más que proteger a los artistas en tanto trabajadores de la cultura, termina por el contrario favoreciendo nuevas formas de explotación de su trabajo por parte de intermediarios o por las grandes corporaciones directamente...."
Gabriel Villota. "Copyright y Anti/Copyright: cuestiones para un debate previo". (Encuentros Video/Altermedia en Pamplona 1998, Documentos de trabajo). Dpto.Educación y Cultura del Gobierno de Navarra.

(3). "...Consideramos que lo que define el trabajo artístico colectivo no son las obras, sino sus procesos y lo que estos suponen. Hablar pues del trabajo artístico colectivo es hablar de ACTIVIDAD entendida no como producción de obras sino como debate y discusión de ideas y acciones...."
"El mal de la actividad, el mal de la dispersión", AC/AF (colectivo El Perro), para la exposición "El mal de la actividad", (1996).