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Epilogo Tester nº1. (in progress).

Primero de los cien epílogos que advierten de la imposibilidad de finalizar un proyecto.
(Cuando el proyecto es Tester, de Fundación Rodríguez).
www.e-tester.net

Ayer, hoy, “finalizando siempre” un proyecto como Tester, la necesidad de balance se percibe como continua reflexión sobre los aspectos que van determinando su inconcebible conclusión.
En este “continuo” de anotaciones, desvíos y desvaríos, he sentido la imposibilidad de despejar su misterio, experimentando más bien las ganas de engrosarlo. Así, me he propuesto el dibujo de algunas bifurcaciones que aplacen eternamente la enunciación de un juicio o la emisión de un crítica sobre el mismo (siempre en la medida de lo posible y respetando, si se dieran, todas las opiniones favorables).

Arturo Rodríguez Bornaetxea

REDES TENSAS
1.
La imagen de “red” aparece ya en determinados casos como un estadio avanzado de los nuevos proceso de producción (1). Su pregnancia, esto es, la capacidad de captar la atención bien sea por la simplicidad, equilibrio o estabilidad de su estructura, parece funcionar como una etiqueta de confianza, tal vez por lo contemporáneo del concepto.
En el extremo opuesto y quizá por la omnipresencia del término, toda alusión a la idea de red puede quedar inmediatamente relegada a machacona cantinela en la que ni siquiera la poderosa imagen de la telaraña cumple su función seductora.
Y sin embargo, la red es poco más o menos el tiempo que nos ha tocado vivir, el fenómeno desde el que elaborar estrategias de trabajo, de relaciones, de supervivencia, casi como un contexto que huele a hogar, toda vez que la vida natural, familiar y política se dirime en el umbral de la licuefacción (en ese tránsito que va de la administración de los cuerpos a la gestión calculadora de la vida (2))
Su presencia salvífica adquiere un refuerzo especial como sinónimo de “quitamiedos”; el último recurso si hubiera fallo en la recepción del trapecio es la red, que nos permite alguna que otra pirueta, porque el riesgo es también un valor promocionado en la competición profesional.
Pero este tipo de redes de protección suelen descuidarse en el aprendizaje y sólo cuando se produce una caída del sistema descubrimos la materia de que están hechas.
Es sin duda en esta red donde mejor comprobaremos la importancia de la tensión.

2.
En esta circunstancia y tomando prestada la noción <>, de Manuel Castells, que todo lo invade, no sabemos si el anunciado cambio de paradigma cultural es algo que sucede en nosotros o que, simplemente, seduce en nuestro alrededor.
Cierta desorientación, algunos fraudes y bastante impostura conformarían un pretendido paisaje de la red, imposible de captar al desbordase sus límites y ampliar su profundidad de campo, adaptando nuestro punto de vista a un panóptico ubicuo e inabarcable.
Así, la imagen existe pero ha desaparecido el paisaje. Del paisaje hemos pasado a la cartografía, de la panorámica a la ortofotografía.
La perspectiva de la mirada deriva en interpretación digital de una proyección ortogonal, nuestra mirada no es la del observador que camina, sino la del piloto que interpreta la carta de navegación.
Pero la carta de navegación no asegura la orientación sino la pericia del piloto, su sentido del rumbo.

“En el mundo analógico determinamos nuestro destino conforme a nuestros intereses, proyectando nuestro propio itinerario. La gran red del mundo digital acaba por abrirnos la puerta principal de la desorientación, la que nos lleva allí donde no hubiéramos intentado o donde no hubiésemos querido. En esta circunstancia conviene determinar la volición de nuestra desorientación, el valor del rumbo en nuestro plan.
La consolidación de un determinado saber es también el resultado de su elaboración (lo digital más allá de un método de almacenaje es un modo de producción), por lo que la elaboración de mecanismos digitales para la desorientación como un fin en sí mismo, es inherente a los planteamientos hegemónicos en el ámbito social y político, condicionando así el alcance de propósitos divergentes”. (3)

Cartas de navegación que llevan al lugar común en el que las prestaciones literarias de “la red” nos sitúan “a bordo” de ineludibles relatos para un mundo navegable.
Red en ola con bucle infinito, imagen de explosión fractal (4) en la que las redes líquidas no siempre son las más fluidas.
En la fluidez encontraremos un valor de la red, más allá de las condiciones para la práctica del surf. La tensión de la red permitirá por su parte mayor fluidez al eliminar gibas y lagunas.
Rumbo-tensión-fluidez


3.
Así pues en un paso más allá y profundizando en las prestaciones de los sistemas en red, sólo cabe incidir en la naturaleza de la misma (tensión y fluidez como decíamos), pero también configuración, estabilidad, densidad (5), así como los aspectos relacionados con su capacidad generativa (la actividad de los nudos o “nodos”), toda vez que la cualidad rizomática es consustancial a la propia idea de red.
Llegados a este punto, parecería lógico que la denominación de red incorporase dispositivos avanzados que permitieran un “test” sobre estas prestaciones. (¿Podríamos denominarlo “control de calidad” o quedaríamos enfrentados al término “control” y a la pulsión “normalizadora”? (6)).
La red que para cada caso pudiera eventualmente ponerse en marcha llevaría así un “piloto automático” con capacidad prospectiva y con un plan de navegación que vendría a avalar su botadura.
Es aquí cuando hemos imaginado la diferencia entre una red tensa y una red floja y es aquí cuando se hace preciso reconsiderar algunos aspectos que vengan a enriquecer más allá del proyecto (TESTER), los factores que permitan un análisis en clave de epílogo suspendido (en la propia red), y que pudieran enriquecer las futuras consecuencias reticulares.
No es lo mismo una red floja que una red flexible, no es lo mismo una red tensa que una red tirante. Las cualidades de la red son, como en la vida, contradictorias y sus desarrollos pueden ser igualmente inesperados.
La intención de una maquinaria que se denomina a sí misma “Tester” no puede ser otra que probarse en cada circunstancia, mantener la capacidad (autocrítica) de autoevaluarse y examinar la salud de cada una de sus articulaciones, de su estómago, de su corazón…
La red Tester no ha sido todo lo tensa que imaginamos en su día, pero se ha compensado con flexibilidad; no ha sido tan fluida como quisimos que fuera, sino que ha resultado operable teniendo en cuenta la autonomía de sus participantes. Ha sido, en fin, una red real pero con anclajes precarios, como precario es el trabajo en el arte.
Y en cuanto al rumbo es preciso recordar que para un proyecto que desconocía “programáticamente” los límites de su aventura, hemos podido encontrar territorios en los cuales desarrollar nuevas posibilidades creativas.


ESQUEMAS IMPRECISOS
1.
El trabajo de Ralo Mayer y Philipp Haupt para Tester (Gothenburg N. B. lecture, / Manoa Free University / Viena, 18 min. 2005), es “la imagen” de una conferencia y esta conferencia no es otra cosa que el acto de tejer una red discursiva, un tejido de textos y referencias (7). En realidad esta “imagen”, la traslación del acontecimiento-conferencia al texto audiovisual es en primer lugar un hábil ejercicio de reconsideración del video en cuanto ensayo, un inteligente juego que hace uso del discurso-imagen sin la rigidez del “esquema” argumental al uso (valorando la imprecisión) y desarrollando libremente una teoría que se apoya en la reutilización de imágenes y situaciones diversas.
Por otro lado, esta pieza parece elaborar una “teoría de su teoría”, interpretando la visualización de esquemas desde la agudeza intelectual y entendiendo la imagen de la red como sutil destilación de interferencias esquemáticas.
Este cúmulo de informaciones cosidas por algo más que casualidades está bordada por un hilván interno: el “gusto por las líneas y las estructuras” y permite suculentas analogías. Según los autores:

“Un viaje ilustrado por algunas áreas de la política de visualización de la información. Como una visita guiada, conecta lugares diversos en momentos diferentes, esbozando una visión general de nuestra investigación durante los últimos años. Esto produce necesariamente grupos fragmentarios de ficción y realidad –pero esta imagen de múltiples facetas es con la que estamos trabajando”.
(Sinopsis del video citado anteriormente y que aparece en el DVD “Tester”).

2.
De este modo es cuando se concreta la conexión de trabajos-red (como “Gothenburg NB”) con redes de trabajo (como Tester), extrapolando ámbitos de influencia y niveles operativos a la vez que se acoplan desarrollos estéticos y políticos de distinta procedencia.
“Video-texto-red” en articulación con “red-sistema-tester”.
Cuando Mayer y Haupt conectan sus trabajos, sus imágenes, sus vivencias y sobre todo cuando “conectan sus conexiones” es cuando aparece un pensamiento contemporáneo, que mira la circunstancia actual desde una perspectiva deseante y consciente de su valor “artístico”. Tiempo de cristal.
Sólo cuando uno sintoniza con un pensamiento-proyecto a través de un sistema llevado a cabo para este fin, al margen de los dispositivos convencionales que ofrece el arte, se entienden algunas cuestiones relativas a la producción y la distribución independiente. Aunque pueda parecer ésta una aventurada liquidación al límite del sensitivismo.

3.
La imprecisión de un esquema deja abiertos puntos de conexión, deja los “hilos rojos” al descubierto para vínculos potenciales y, sobre todo, permite establecer ensayos teóricos (momentáneos enlaces) capaces de no plegarse a modelos de pensamiento romos. (Algo que podríamos definir como “huir de las autopistas del saber”).
Durante todo este tiempo hemos seguido dibujando sobre el papel esquemas de relación en los que las líneas de lápiz se han borrado o tachado. Todos esos dibujos, correcciones incluidas, nos han permitido en muchas ocasiones, y siempre desde la imprecisión, componer un entramado de soluciones que trascendían el proyecto en cuestión y saltaban hasta territorios distantes en los que era posible una reconciliación de nuestro propio proyecto artístico con el rol de productores o de “herramienta estructural”. Nuestra agencia colectiva ha mantenido así una doble faz productiva: hacia dentro y hacia fuera, tensando la malla sobre la que hemos tenido influencia.

EL PRODUCTOR DESEOSO
1.
Podríamos hablar del deseo del productor, del productor deseante y del productor deseoso sin que en principio ninguna de estas categorías tuviera que ver con las demás. (8)
Este aspecto será el tema de próximos epílogos…

2.
Por ello nos vemos en muchas ocasiones visualizando mediante esquemas imprecisos la formidable confusión en la que se desenvuelve la figura del productor y la complejidad que acarrea un posicionamiento ajeno a la diferencia entre pensamiento y acción.
Un escalón oculto entre la realidad de la máquina técnica del arte y la máquina deseante, que para algunos cobra forma en la “mediación”, se transforma en agujero negro capaz de absorber impulsos, emociones y redes (tensas y flojas) como si de polvo se tratase.
Los impulsos que acompañan al proyecto de producción se desfiguran y pierden brillo, se electrifican, acumulando pelusa procedente de los engranajes por los que se ve obligado a transitar.
Ni siquiera el concepto de <>, (más cercano a la producción cinematográfica y preconizado por N. Borriaud) aparece en nuestra experiencia como un espacio para el dominio multifacético de la iniciativa independiente. Más bien constatamos desde la práctica que la verdadera colisión de la producción con la realidad tiene lugar en la falta de engranaje entre producción y distribución y/o difusión, por más que se quiera hacer de ello un proyecto en sí mismo. Las pelusas pueden ser virus pertinaces con capacidad para el bloqueo.

3.
Rumbo-tensión-fluidez.
Imagen de la red, visualización, esquema e imprecisión.
Producción, pensamiento, acción.
Durante todo el texto se ha utilizado conscientemente una acepción ambigua de red. En algún caso podría referirse a la red de relaciones personales e inter - colectivas (Josephine Bosma), en otras ocasiones a la red internet, pero también a otras redes descubiertas como tales al interpretar las anteriores.
Es precisamente en esa confusión en la que se haya la necesidad de este escrito.
Y así queda este texto suspendido, urgido por la necesidad de la norma, hasta próximos epílogos…
En el texto “Anatomía del disperso, (aprendiz de patafísico)”, Vivian Abenshushan se refiere a la figura del “disperso” en el sentido que uno hubiera utilizado para si mismo si pudiera verse desde fuera de su propio trabajo:

“…la rapacidad del disperso, su compulsiva disposición a perderse en la caótica trama de experiencias y lecturas heterogéneas que conforman su vida, no tiene otro fin que propiciar ese momento en el que súbitamente el desorden se manifiesta unitario. Lo más seguro es que nunca alcance las severas glorias del científico de laboratorio. Incluso, es probable que se quede esperando el imposible día en que todos los hilos que ha ido tirando de la maraña del mundo dibujen una figura orgánica y perfecta en la alfombra de su espíritu”.

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Notas.

(1) Los denominados “Nuevos procesos de Producción” es uno de los grandes temas del arte moderno, (impreciso y caprichoso) y sobre el que TESTER reflexiona necesariamente desde su planteamiento.
(2) En el Biopoder, (el poder sobre la vida), según Foucault, podemos poner en relación ambos conceptos en el camino que va de las funciones de la anatomopolítica hasta la biopolítica.
(3) El proyecto de Fundación Rodríguez para la plataforma www.web-side.org propuso como tema “Mapas para la desorientación”, (a partir de la lectura de “La técnica y el tiempo; II La desorientación”, de Bernard Stiegler) y sirvió para la exploración de este tema a través de diversas propuestas creativas. El fragmento extraído pertenece al texto de presentación de este proyecto.
(4) La Teoría de los fractales tiene una visualización amplísima en internet que permite acceder a multitud de aplicaciones científicas, filosóficas y literarias.
(5) La medida “den” (density) de los pantys y su regulación en el ámbito profesional y laboral es un ejemplo.
(6) Términos que utiliza M. Foucault.1976b (VS) pag.175. “Una sociedad normalizadora fue el efecto histórico de una tecnología de poder centrada en la vida”. “Es aquella en la que se cruzan, según una articulación ortogonal, la norma de la disciplina y la norma de la regulación”. Foucault 1976a(VS) pag.86
(7) “Tejido de citas”, en el sentido del que habla Barthes. En "La Muerte del Autor" se presenta una noción de texto como tejido de citas y referencias a los innumerables centros de la cultura. El Autor es sólo una “localización” donde el lenguaje (ecos, repeticiones, intertextualidades) se cruza continuamente.
(8) “Las máquinas técnicas no funcionan, evidentemente, más que con la condición de no estar estropeadas. Las máquinas deseantes, por el contrario, al funcionar no cesan de estropearse, no funcionan más que estropeadas. El arte a menudo utiliza esta propiedad creando verdaderos fantasmas de grupo que cortocircuitan la producción social con una producción deseante, e introducen una función de desarreglo en la reproducción de máquinas técnicas”. Gilles Deleuze, Félix Guattari, El Anti-Edipo

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