Norabide Guztiak (diálogos).
Diálogos en todas direcciones.
(Introducción a la serie de diálogos con los artistas que componen la publicación Norabide Guztiak, Sala Rekalde 2002)
La intención no es otra que entenderse, o intentarlo al menos.
El intento no ha tenido más fin que el intercambio.
El objetivo no ha sido otro que buscar formas de comunicación, en vez de sublimar, de adornar o de traducir …
Existe también en la puesta en marcha de estos diálogos (sopa de mensajes), un intento de "resituar" (ante una circunstancia dada), la idea de mediación, de adecuarse a una circunstancia muy concreta como es esta exposición colectiva, y en el mismo sentido existe el humilde intento de adecuar la publicación (imagen, sentido y función) a un contexto concreto.
Intenciones abordadas desde el riesgo que supone desplazar la propuesta hacía un desenlace desconocido (pero generativo, creativo, con capacidad de desarrollo…).
Incluso la posibilidad de fracaso en el diálogo es algo que el propio diálogo permite, que asume como un valor dentro del proceso de intercambio y del que además, queda constancia como resultado de una situación, sin intermediarios, sin posibilidad de maquillaje…
En un texto reciente y que forma parte de la puesta en marcha de un proyecto artístico internacional, Xanti Eraso hablaba así con su interlocutor de lo que supone admitir hoy una situación de diálogo:
"La idea de hacer una conversación , como tú muy bien propones, requiere una predisposición indisociable de la comunicación. Esta es una de las claves de la crisis en la que estamos inmersos, la ausencia de comunicación en las transacciones culturales y en la práctica intelectual".
El propio término "diálogo" aparece "hipersignificado", connotado, evaluado (devaluado y revaluado) como valor de cambio…; mientras su ausencia sigue siendo verdadero nudo de conflictos y desencuentros.
Hasta la misma idea de dialogar aparece mediatizada por los efectos colaterales de la privatización de las ideas, como si las ideas no estuvieran "en todas las cabezas", como si el diálogo no fuera fundamento de nuestra circunstancia social…
En este sentido, la cuestión debería atenderse desde la observación de las teorías culturales dominantes, y aunque esto nos lleva a otro terreno de especulación, no parece ligero pensar que el pensamiento eurocentrista ignora el origen oral de su cultura y tiende a identificar oralidad con incultura. El mundo del arte, y de hecho, la mediación de las artes, ha valorado históricamente la letra escrita por encima de la palabra hablada, favoreciendo un tipo de crítica a menudo hermética (formalista, literaria o filosófica, subjetivista romántica, epifánica…), que siempre tuvo problemas como elemento de referencia comunicativa.
Quizá por desconfianza, quizá por falta de puntería, el hueco entre artista y sociedad, entre alta cultura y cultura popular, y también entre los propios artistas, sigue siendo el obstáculo que hoy encontramos todos lo que participamos de este sistema de relaciones…
Pero el poder "fecundante" de lo oral y su función social en el ámbito de las artes es una realidad que empieza a valorarse en nuevos foros, en situaciones de encuentro entre autores, proyectos e iniciativas artísticas que amplían la idea de red, un concepto en expansión, precisamente en un momento en que el la característica aurática de algunos planteamientos se tambalea ante el mecanismo mediático.
Los diálogos que hemos llevado a cabo los participantes en esta exposición, han tenido lugar en un terreno mestizo, difícil de acotar, aquel que permite escribir como se habla ("chat"), al utilizar el correo electrónico como medio de comunicación. Un medio con sus propias bondades y con sus trampas, con posibilidades y carencias, pero que nos ha mantenido conectados durante los meses que ha durado la preparación de esta muestra y que ha aportado algunas cuestiones importantes para la interpretación y la captación del sentido de muchos de los trabajos que se presentan. Un intento por tanto, que nos ha acercado de algún modo al autor y que nos ha mostrado de primera mano una parte importante de su territorio creativo… casi como en una visita guiada (a veces sin quererlo, instado por la réplica).
Es cierto también que la experiencia puede acotarse más, que puede plantearse con un guión predeterminado, o establecerse de muy diferentes formas, pero nuestro intento ha estado más interesado en mantener la inmediatez del mensaje y la respuesta viva.
De ahí, un resultado coloquial y directo que intenta ser fiel a la naturalidad de los autores con su trabajo y que permite un acceso sin barreras al lugar que ocupa el autor entre su obra y el resultado comunicativo que plantea.
Un intento por tanto de extrapolar el diálogo al receptor, de suscitar preguntas y respuestas que vengan a enriquecer esta propuesta.