"Suelo pegajoso..." (Beste Bat!).
Tema: “Suelo pegajoso, techo de cristal”. (Este texto forma parte de la publicación que acompañó a la exposición "Beste Bat!", comisariada por Miren Jaio y Arturo / Fito Rodríguez en la Sala Rekalde en Diciembre de 2004) open/close Existe una canción de un grupo poco conocido y de nombre “Desconocidos”, que tiene como referencia un concierto legendario, uno de los primeros del grupo Hertzainak (julio de 1982, parque de Arriaga, Gasteiz), al que asistieron dos de sus componentes siendo todavía chavales. (Ambos aparecen en el documento videográfico de tal evento). rew ffw En una mirada prospectiva del fenómeno, resultaría interesante apostar por aquellas cuestiones seleccionadas en los procesos de “ruptura de la narrativa histórica” o “lapsus de sintaxis”, como señala Michel de Certeau (4).
Es inevitable referirse a la letra de la canción que da título a este “intento” para entender algunas de las sensaciones que, desde una perspectiva crepuscular del fenómeno radical, grupos como “Desconocidos” venían retratando. En algunas de estas letras, la visión del fenómeno adquiere una distancia crítica, doliente, en la que resulta difícil entrar a hurgar en el cúmulo de desarraigos que coleccionaban en ese momento grupos como el citado. Ruptura generacional, familiar, e incluso grupal, toda vez que se empezaba a no tener nada que ver con algunos de sus propios coetáneos, adscritos de pronto a una moderación más rentable, a una domesticación más lucrativa… Tras el concierto piso el suelo pegajoso. Los que vivieron aquel momento Suelo pegajoso, techo de cristal. pause El concierto del parque de Arriaga en Gasteiz tenía el cielo como único límite. Pronto se descubrió que el techo era de cristal y que por más que se quisiera alcanzar el cielo, una cúpula transparente que recalentaba el ambiente progresivamente se interponía entre las aspiraciones libertarias (voceadas en el micro) y las posibilidades reales de una divergencia que se opusiera al futuro (como reza el lema generacional), con una capacidad real de transformación. Un piso pegajoso, el mismo en todos los polideportivos de Euskal Herria, el mismo tras todos los conciertos de aquella época, unía su efecto adhesivo a la evaporación de los sueños, sustituidos en muchos casos por la adormidera adulterada que comenzaba ya a secuestrar mentes y a distribuir mensajes de despedida. stop Los finales de todas estas historias (historias fechadas entre el rock y la inconformidad) son siempre capítulos de brusco desenlace o de lánguido hastío. Cuando acaba el concierto y se encienden las luces, cuando el suelo pegajoso es lo que queda, comienza el zumbido de los oídos. Un zumbido que solo puede apagarse en el bar más próximo, dilatando al máximo el final de la noche, apurando copas, sin pensar en el día siguiente. open/close El tema “Suelo pegajoso…”, se compuso a finales de los 90, desde cierto sentimiento de decepción, de desencanto, como esa especie de desengaño que se hace patente en las “segundas partes”. “Caras B” de los singles, de los LPs, de la vida de los grupos; “caras B” en las historias personales de muchos de los protagonistas, de muchas de las situaciones que la cultura urbana de la época refleja.“Cara B”, en fin, como título de la “cara A”… “Más dura será la caída”, podría ser la consigna para referirnos a lo más oscuro (y más vendido) de este momento, a la leyenda más negra de este fenómeno, aquella que ha permitido un recuerdo injustamente dramático del rock radical, tratado a veces como un episodio traumático en nuestra historia social inmediata. “Demasiado alto” es la otra versión. Recuerdo tropical, falsa inocencia.. Y sin embargo, el mito oscuro permanece, más allá de una necesaria valoración del desencanto como material de trabajo creativo de primer orden, más allá de la huida hacia delante como capítulo heroico en las actitudes y modos de vida de una generación valiente, más allá de la libertad expresiva de la época…un hito en la transmisión de emociones (musicales, literarias, artísticas…). Así, toda esta historia que acabamos de contar, aún siendo un cliché es tan falsa como el arquetípico ejercicio de crónica negra. Esta historia del grupo “Desconocidos” es tan falsa, como falsas son las historias únicas, porque en lo vivido aparecen mezcladas en una misma pista las caras A y B, y siempre aparecen mezcladas a su vez con las caras A y B de nuestro compañero en aquel concierto, y mezcladas a su vez con las caras A y B del batera de “Desconocidos”, que murió de sobredosis, pero en paz con todos, el 13 de Marzo de 1995.
(1) Teresa M. Vilarós “El mono del desencanto. Una crítica cultural de la transición española (1973-1993).. Edit.Siglo veintiuno de España editores; Sociología y Política. 1998. (2) Elena López Aguirre. “Del txistu a la telecaster. Crónica del rock vasco”. Ediciones Aianai.1996 (3) Este desarrollo, relativo a las conexiones entre juventud y creación contemporánea, pertenece a la exposición del antropólogo Carles Feixa, en el contexto de la mesa redonda: “La juventud como objetivo cultural. La promoción del arte joven”, en la que participa además del citado Feixa, Félix Guisasola, siendo moderador Carles Guerra. (4) Michel de Certau “La invención de lo cotidiano. 1. Artes de hacer”.. |
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