Lo que hago (QHYA).
Existe un momento en que la cuestión
ha de plantearse. De "¿Qué Hago Yo Aquí?" como explosivo
extrañamiento a "¿Qué Puedo Hacer Yo Aquí?",
como actitud y toma de posición, como punto de partida. El intento de interpretación de una pregunta radical
como es la cuestión que nos ocupa: ¿Q.H.Y.A.?, pasa
por la toma de un "punto de vista circunstancial", retomando
el envite orteguiano de la sentencia con que acaba el texto de "El
perro", y con el que se nos pone a trabajar. Hablaba "El Perro" de ciudad, de las ciudades,
de modos de ciudad... La estrategia de "regeneración" de la
ciudad de Bilbao a través del entendimiento de instituciones, consorcios
y sociedades, obedece a un vasto y urgente programa para mejorar la imagen
de una ciudad en claro declive industrial, pero con inmensas posibilidades
para la especulación y el negocio de las grandes corporaciones. Así en Bilbao, se levanta un templo de congresos
y de ópera donde se libraban las luchas obreras de los astilleros;
del caos urbanístico y el carácter ortopédico de
la ciudad se da paso a la vanguardia-portada de semanal e imagen de
regeneradora modernidad. Ante un panorama de estas características la pregunta es indiscutiblemente ¿Q.H.Y.A.?, pero ha de transformarse de inmediato en ¿Q.P.H.Y.A.? ("¿Qué Puedo Hacer Yo Aquí?"). De lo contrario las soluciones se antojan dramáticas. Cabe también otro tipo de preguntas como consecuencia
de la primera: ¿Q.H.E.A? ("Qué Hacen Ellos
Aquí?), relativa a cuestiones de identidad/es y/o Territorialidad, ¿Q.H.Y.Allí? ("¿Qué Hago
Yo Allí?"), refiriéndonos a otros estados de conciencia,
alterados o no según la voluntad, ¿Q.H.E.A.?
("¿Qué Hace El/Ella Aquí?"), arrojando
dudas sobre lo que sucedió anoche, quizá en la búsqueda
de la huída, etc... No podemos pasar por alto algunas transformaciones con las que nos hemos encontrado al quitar la vista de la pantalla/adormidera de la televisión o del ciberterminal. "...El proceso a la nueva sociedad postindustrial: las mutaciones del poder no son puros juegos de prestigio: la innovación tecnológica, la extensión de los mass media o el advenimiento de la sintaxis universal cibernética representan también transformaciones reales de las articulaciones del proceso de producción y reproducción, de los instrumentos de dominio y control social de las figuras del trabajo y de sus formas de socialización; porque la nueva sociedad informacional concentra bienestar y poder, mientras polariza a los grupos sociales de acuerdo con sus posibilidades, asistimos también a la renovación de los dualismos, de las formas de antagonismo, y deseablemente de los espacios de lucha...". (4) En esta renovación de algunas ideas previas o prefijadas
y de planteamientos de trabajo es donde cabe la posibilidad de actualización. "... Así pues, será necesario luchar por la ocupación del espacio urbano significativo, restituir a la ciudad el valor de uso cuando las corporaciones intentan apropiarse de la tradición para sus nuevos barrios; resistir a la colonización de los lugares de la memoria y del morar, a la cancelación de la autonomía social y de toda idea de uso colectivo del espacio y del tiempo; desestructurar el lenguaje de la uniformidad para reencontrar el lenguaje de la diferencia, los lugares del sufrimiento y de la desigualdad; en una palabra, multiplicar los puntos de resistencia que no se dejen iluminar por los reflectores de la opulencia y del consumo de masas...". (5) La precariedad en que se instala cualquier iniciativa de
distribución y difusión de las ideas divergentes es uno
de los aspectos sobre los que fijar esas "posibilidades de hacer",
esta vez introduciendo el factor colectivo ("¿Q.P.H.A.?"):
"¿Qué Podemos Hacer Aquí?". Mantener la
capacidad de asociación, trabajar desde presupuestos comunes es
ahora más que nunca un modo de resistencia. En realidad "lo
que podemos hacer" no deja de ser una extensión necesaria
y urgente de la pregunta "¿Qué puedo hacer yo aquí?". A veces, la desactivación viene dada por el cebo
institucional de la limosna puntual o por la falta de conexión
entre proyectos. La necesidad de huir de ese carácter precario está
en línea directa con las aportaciones creativas en el ámbito
de fusión generaliza de medios, canales de distribución
y nuevas vías de difusión de ideas. Pero también se trata de actuar de manera más global, extendiendo la capacidad transformadora del arte y la comunicación hasta el terreno del urbanismo, la ecología, la acción social, las relaciones laborales... ¿Qué hago yo aquí?. Pues ahora mismo lo que hago yo es intentarlo. Intento utilizar el canal que me ofrece El Perro (ya que no son muchas las ocasiones) para sacar de la cabeza lo que me da vueltas. Pienso sobre pensar y escribir, o mejor sobre la simultaneidad de pensamiento y escritura, o al revés: pensar engendra palabras, escribir crea pensamiento, y mi intento en estas páginas ha sido el de transformar la pregunta que me sorprende a cada paso ¿Q.H.Y.A.?, en ¿Q.P.H.Y.A.?. Salud!
(0) "...De todo lo que fue intentado más
acá de la nada, hay algo más lamentable que este mundo a
no ser la idea que lo concibió?...", E.M. Ciorán. "Adiós
a la Filosofía...". |
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