función, asamblea (Koko Rico).
Por la tarde, función.
Por la noche, asamblea.
El gran circo de Koko llega a las tierras de Basauri, desembarca en la Torre de Ariz su colección de seres híbridos, animales mutantes y objetos en fase de transformación (enajenados y rebeldes, pero de trato amable todos ellos).
Esta "troupe" que ha viajado mucho, que ha vivido mucho junto a KR, descansará unos días, mientras reunidos en asamblea deciden su futuro destino y su lugar en este agotador mundo de la puesta en escena (que conlleva la obligada puesta en cuestión de su propio ser, como si mostrarse abierta y decidamente fuese un pecado !!).
Muchos de ellos han tenido contacto con la realidad de la instalación y la fotografía, han entrado en diálogo con el difuso concepto de arte público y han coqueteado con el diseño de joyas, entrando a formar parte en algunas ocasiones del club de los objetos exclusivos de "alto standing".
Han sido partícipes en todo tipo de paradas y fiestas y han visto desde su residencia móvil los fuegos artificiales de las operaciones estéticas más dislocadas y vanales, con la tranquilidad y la sabiduría que emana de su humilde sinceridad.
Dicen que el azar favorece siempre, pero sólo a los espíritus preparados, y los espíritus que viajan en esta caravana siempre han tenido la suerte de encontrar un material dispuesto a establecerlos de forma contundente en el mundo de los objetos.
Conocíamos ya al muñeco nº3 de gran cabeza, nos ha sido siempre simpático y ahora, nos invita como siempre a pasarle la mano por la nuca acariciando su pesada cabeza de metal.
Los seres verdes han sido siempre algo más blandos, apoyados sobre su cuerpo, que es una mano o un pié, que es una venganza, que es un chiste, nos saludan en grupo con los ojos cerrados y expresión contenida. Tienen corazón de resina extraña, su origen se remonta a la intención de su creador de coleccionar recuerdos en forma de rostros y expresiones retratadas en todo aquello que las perpetúe.
Hay una cierto gusto en el promotor de este circo por coleccionar muecas congeladas en un infinito catálogo de seres que hablan con él a solas del momento en que fueron captados, del lugar, la situación y el ánimo (esto es importante), con el que fueron arrebatados al paso del tiempo.
Fueron primero abducidos fotográficamente de forma instantánea, como a la caza, y son ahora proyectados a la posteridad a través de estas formas...
Otro grupo, este más solemne, y pariente sin duda de aquellos seres verdes, nos mira con los ojos cerrados y el cuerpo construído a golpe de diferentes texturas.
Hay una rotunda presencia de los diferentes grupos en esta escenificación, todos son parientes, amigos, colegas, y su consciencia intergrupal viene dada por la "unidad de destino en lo estético", de la que hacen gala sin la necesidad de imponerse unos a otros, sino marcando cada uno de ellos una vía de autocontrol y desarrollo.
Saludamos la presentación en sociedad del centollo con pies de niño, primera aparición pública de este mutante que ha gozado del beneplácito del grupo de animales alargados.
También quieren participar de la fiesta las mariposas construídas con manos de juguete, que en su secuenciación parecen preparar el vuelo de la noche, cuando las fieras se reunen y es más fácil ejercitar los dedos. Alguien ha dicho que son cangrejos, otros dicen que son murciélagos queriendo salir del armario, sólo la lectura personal acaba de definirlos y nunca es la misma.
Grupos de rostros (de bronce, de resinas, de sarcasmo), nos preguntan ahora por la función. Nosotros sólo podemos mirarlos primero con asombro y respeto, y entender luego poco a poco su mundo, su universo de óxido y terciopelo, su razón de ser condicionada por un primer vistazo duro y retorcido, pero lleno de afectos según vamos sabiendo de su vida.
Han llegado a conmovernos y queremos despedirnos de ellos. Nos vamos con la sensación de haber aprendido algo de su presencia serena y firme en este mundo de loco vaivén.
Nos los encontraremos en otra plaza y les saludaremos.
Rodolfo Griján