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Lo que hago (QHYA).

LO QUE HAGO
(publicado en "Qué hago yo aquí", editado por El Perro)

Existe un momento en que la cuestión ha de plantearse.
Pero sólo un breve e intenso instante antes de transformarse.
De "¿Qué Hago Yo Aquí?" como explosivo extrañamiento a "¿Qué Puedo Hacer Yo Aquí?", como actitud y toma de posición, como punto de partida.
Desde una cuestión hasta otra, circula por nuestro entendimiento la seguridad de haber vivido antes el momento en que nos vemos arrojados al mundo vida. (0).
El escenario para la transformación de una pregunta en otra, bien puede ser el lugar en el que la realidad cobra un peso insoportable, donde nuestras posibilidades de actuación son inexistentes, el lugar mental del desasosiego, la enajenación, el hastío y la repugnancia.
Pero no quisiera que el replanteamiento de una cuestión en otra pareciese la introducción a otro "breviario de podredumbre", ni que suponga una huída del verdadero peso del asunto.

El intento de interpretación de una pregunta radical como es la cuestión que nos ocupa: "¿Q.H.Y.A.?, pasa por la toma de un <>, retomando el envite orteguiano de la sentencia con que acaba el texto de "El perro", y con el que se nos pone a trabajar.
Por ello, no puedo pasar por alto la circunstancia del lugar desde el que escribo, porque en definitiva corresponde también a mis circunstancias.

Hablaba "El Perro" de ciudad, de las ciudades, de modos de ciudad...
Si levanto la cabeza y observo las transformaciones que han tenido las capitales que me rodean de un tiempo a esta parte (1), puedo entender cuestiones como "escenificación de lo real", "deriva hacia un todo-ficción que diluye la distinción", etc, citadas en el texto que nos sirve como base.

La estrategia de "regeneración" de la ciudad de Bilbao a través del entendimiento de instituciones, consorcios y sociedades, obedece a un vasto y urgente programa para mejorar la imagen de una ciudad en claro declive industrial, pero con inmensas posibilidades para la especulación y el negocio de las grandes corporaciones.
El magnífico ejemplo del museo-franquicia es sólo la insignia de cómo los intereses y los juegos de poder político trapichean con el arte y la cultura (y con los presupuestos de arte y cultura) de un país.(2)
El cierre de los astilleros Euskalduna (1984) trae según el propio consorcio "Bilbao Metrópoli 30" toda una operación de recuperación urbanística de toda la Ría a partir de la zona de Abando-Ibarra.(3). La recuperación va a ser muy rentable para algunos, muy eficaz políticamente y con un innegable marchamo de "apuesta de futuro", de "nueva era".

Así en Bilbao, se levanta un templo de congresos y de ópera donde se libraban las luchas obreras de los astilleros; del caos urbanístico y el carácter ortopédico de la ciudad se da paso a la vanguardia - portada de semanal e imagen de regeneradora modernidad.
En Donostia, el factor terapéutico de la ciudad balneario conecta con el pretendido glamour de alfombra roja para las estrellas de cine en los nuevos cubos del Kursaal que compensa, distrae o refuerza, según convenga, la imagen de la kale borroka, ignorando el conflicto político
En Gasteiz, de lo tristemente provinciano a lo pretendidamente europeo (en clave de aburrimiento salvaje). Del mercado de la patata, al (orden) control municipal y la protesta ciudadana por no tener una piscina cubierta a menos de cinco minutos de casa.
Cualquier iniciativa vecinal e independiente, si es que todavía es posible en esta situación, tiene ya una ocupación: exigir piscinas.

Ante un panorama de estas características la pregunta es indiscutiblemente "¿Q.H.Y.A.?, pero ha de transformarse de inmediato en "¿Q.P.H.Y.A.?" ("¿Qué Puedo Hacer Yo Aquí?"). De lo contrario las soluciones se antojan dramáticas.

Cabe también otro tipo de preguntas como consecuencia de la primera: "¿Q.H.E.A?" ("Qué Hacen Ellos Aquí?), relativa a cuestiones de identidad/es y/o Territorialidad, "¿Q.H.Y.Allí?" ("¿Qué Hago Yo Allí?"), refiriéndonos a otros estados de conciencia, alterados o no según la voluntad, "¿Q.H.E.A.?" ("¿Qué Hace El/Ella Aquí?"), arrojando dudas sobre lo que sucedió anoche, quizá en la búsqueda de la huída, etc...
Cuestiones todas ellas surgidas seguramente en el intento de sacudirnos un peso que sentimos a diario a través de un entramado de maquinarias que operan a varios niveles: marcando la norma, alterando los referentes culturales, creando opinión, facilitando ocio, ideas y consumo en un mismo envoltorio....

No podemos pasar por alto algunas transformaciones con las que nos hemos encontrado al quitar la vista de la pantalla/adormidera de la televisión o del ciberterminal.

"...El proceso a la nueva sociedad postindustrial: las mutaciones del poder no son puros juegos de prestigio: la innovación tecnológica, la extensión de los mass media o el advenimiento de la sintaxis universal cibernética representan también transformaciones reales de las articulaciones del proceso de producción y reproducción, de los instrumentos de dominio y control social de las figuras del trabajo y de sus formas de socialización; porque la nueva sociedad informacional concentra bienestar y poder, mientras polariza a los grupos sociales de acuerdo con sus posibilidades, asistimos también a la renovación de los dualismos, de las formas de antagonismo, y deseablemente de los espacios de lucha..."(4)

En esta renovación de algunas ideas previas o prefijadas y de planteamientos de trabajo es donde cabe la posibilidad de actualización.
Nuestra opción de "hacer", nuestra capacidad de poder hacer, librándonos de una vez por todas de la maldita sorpresa, ha de especializarse, ser concreta y situarse en el terreno preciso.

"... Así pues, será necesario luchar por la ocupación del espacio urbano significativo, restituir a la ciudad el valor de uso cuando las corporaciones intentan apropiarse de la tradición para sus nuevos barrios; resistir a la colonización de los lugares de la memoria y del morar, a la cancelación de la autonomía social y de toda idea de uso colectivo del espacio y del tiempo; desestructurar el lenguaje de la uniformidad para reencontrar el lenguaje de la diferencia, los lugares del sufrimiento y de la desigualdad; en una palabra, multiplicar los puntos de resistencia que no se dejen iluminar por los reflectores de la opulencia y del consumo de masas..." (5) .

La precariedad en que se instala cualquier iniciativa de distribución y difusión de las ideas divergentes es uno de los aspectos sobre los que fijar esas "posibilidades de hacer", esta vez introduciendo el factor colectivo ("¿Q.P.H.A.?"): "¿Qué Podemos Hacer Aquí?". Mantener la capacidad de asociación, trabajar desde presupuestos comunes es ahora más que nunca un modo de resistencia. En realidad "lo que podemos hacer" no deja de ser una extensión necesaria y urgente de la pregunta "¿Qué puedo hacer yo aquí?".
Las relaciones unívocas del individuo con la máquina son en este momento las que marcan norma. A veces con aspecto de moda.

A veces, la desactivación viene dada por el cebo institucional de la limosna puntual o por la falta de conexión entre proyectos.
No puede pasarse por alto la labor a pie de calle de grupos y colectivos que militan desde hace tiempo en la edición de publicaciones, de discos, en iniciativas relacionadas con el arte, en el uso real de la red como vehículo de debate y de intercambio, labores de voluntarismo donde el factor colectivo se constituye como pieza clave. (6)
Pero hay que admitir que aunque veamos esta necesidad, observamos también (y lo hemos constatado hace poco) el espejismo de la denominada libertad de opinión y "libertad de prensa" con el cierre de un periódico y una radio (Egin y Egin Irratia), por no citar la imposibilidad de tener puntos de vista diferentes en la información audiovisual que nos llega, dificultades de acceso a literatura y cine de tercera vía, noticias de arte y cultura de otros continentes, etc, limitaciones que operan igualmente como modo de censura.

La necesidad de huir de ese carácter precario está en línea directa con las aportaciones creativas en el ámbito de fusión generaliza de medios, canales de distribución y nuevas vías de difusión de ideas.
Como elemento previo será necesaria la reflexión crítica sobre algunos mitos surgidos en torno al trabajo con los nuevos medios y el cuestionamiento de la visión única sobre este tipo de prácticas, a la vez que ponemos en marcha la exploración de nuevas formas de llegar al receptor, bien sea utilizando canales paralelos, como interferencia del propio sistema establecido o, simplemente, inventando nuevas vías.
El conocimiento y el análisis de un mercado mitificado y de su organismo, pueden ser de ayuda a la hora de plantear un proyecto, a la hora de elegir soporte o de repensar el destinatario. Desentrañar algunas cuestiones relativas a viabilidad económica y de promoción, pueden ayudar a determinar o especular sobre viabilidades conceptuales, rentabilizando de este modo el trabajo real del autor-emisor sin que la propuesta se desvirtúe o pierda su carácter esencial.
Arrojar algo de luz sobre el desarrollo y las mediaciones que sufren, disfrutan o padecen los resultados nos ofrecerá datos para nuevas actualizaciones.

Pero también se trata de actuar de manera más global, extendiendo la capacidad transformadora del arte y la comunicación hasta el terreno del urbanismo, la ecología, la acción social, las relaciones laborales...

¿Qué hago yo aquí?. Pues ahora mismo lo que hago yo es intentarlo. Intento utilizar el canal que me ofrece El Perro (ya que no son muchas las ocasiones) para sacar de la cabeza lo que me da vueltas. Pienso sobre pensar y escribir, o mejor sobre la simultaneidad de pensamiento y escritura, o al revés: pensar engendra palabras, escribir crea pensamiento, y mi intento en estas páginas ha sido el de transformar la pregunta que me sorprende a cada paso "¿Q.H.Y.A.?, en "¿Q.P.H.Y.A.?"
salud!

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+(0) "...De todo lo que fue intentado más acá de la nada, hay algo más lamentable que este mundo a no ser la idea que lo concibió?...", E.M. Ciorán. "Adiós a la Filosofía...".
+ (1) Capitales que aún siendo diferentes, llegan a ser un todo-ciudad.
+ (2) "... genocidio cultural, la pura estafa euskodisney" (Oteiza)
Citado en " Guggenheim, crónica de una seducción", Joseba Zulaika, Edit. Nerea 1997
+(3), A este respecto el vídeo "Octubre en el norte: temporal del noroeste", de Marcelo Expósito trata muy atinadamente el tema de Bilbao y su transformación.
+(4) Castells, Manuel: Castells, Manuel: "European cities, the informational society, and the global economy", en New Left Review 204, Londres, marzo/abril 1994.
(citada igualmente en el vídeo de Marcelo E.)
+ (5) Barcellona, Pietro: Postmodernidad y Comunidad. El regreso de la vinculación social (1990), Trotta, Madrid, 1992.
+ (6) "El refractor", "El Perro", "EZPALA", "Resiste", "Iniciativas Griján", TMEO, "COP-Superego", "post", "Erreakzioa", etc...


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